De manera que a continuación te comparto una guía práctica para regular el estrés y las emociones especialmente durante esta época festiva:
1. Presta atención a las necesidades físicas de tu cuerpo:
Nuestro cuerpo siempre nos habla y tiene mucha respuesta a la mayoría de nuestros malestares ya sean físicos o emocionales.
¿Qué alimentos ayudan a que tu cuerpo se sienta bien y qué alimentos hacen que tu cuerpo no se sienta mejor? Elige conscientemente.
¿Cuánto sueño necesitas para que tu cuerpo se sienta restaurado?
¿Cómo puedes ayudar a tu cuerpo a liberar el estrés y las emociones intensas?
2. Equilibra tu sistema nervioso
Establece prácticas diarias que te puedan ayudar a equilibrar el sistema nervioso para gestionar efectivamente las emociones. Cuando te sientas estresado o nervioso, respira conscientemente, profunda y lentamente inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
Practica la meditación. Comienza con una meditación guiada de 3 a 5 minutos y haz ejercicios de estiramiento o yoga.
Evita el consumo de alimentos e infusiones que alteran el sistema nervioso, como pueden ser: el café, las bebidas energizantes y el alcohol.
3. Equilibra tus pensamientos
Construye más momentos de auto-conciencia e introspección. Durante unos minutos de silencio es posible escuchar las respuestas.
Identifique las historias de tu ego. Observa cómo tu propia narrativa interna impulsa muchas de las reacciones emocionales y comportamientos. Una manera para lograr identificar las historias del ego es escribiendo.
Comienza una práctica diaria de escribir por lo menos tres páginas todos los días. No importa si no sabes qué escribir. Comienza escribiendo lo que se te ocurra en el momento. Deja fluir la pluma.
4. Cultiva una relación diaria con tu niño interior
Es posible aprender a nutrir, darle afecto y seguridad a nuestro niño interior. A través de técnicas de reparenting puedes aprender a asumir el rol de padre/madre interno sabio para nutrir las necesidades emocionales y espirituales de tu niño interior.
5. Reconéctate con tu alma.
Conéctate con lo que te gustaba hacer cuando eras pequeño. Explora y vuelve a conectarte con los deseos y pasiones mas profundas que tenías cuando eras niño.
6. Date permiso de llorar tu pasado.
Es posible que se sienta como un duelo y que de alguna manera extrañes a aquella persona con hábitos poco saludables y mecanismos de defensa que te hacían sentir seguro, pero que eran perjudiciales para tu salud.
7. Se paciente y compasivo contigo mismo.
Cuando estamos transitando éste período de sanación es normal sentirnos tristes y solos, pero es importante que sepas que esto es pasajero. Ten paciencia y confía en ti y en el poder curativo del tiempo. Poco a poco vas a ir formando relaciones nuevas, sanas e interdependientes.
Sanar el cuerpo y el alma es la base para tener una vida armoniosa llena de relaciones que favorecen tu bienestar y crecimiento personal.
Con mucho amor te deseo un sincero y cariñoso Día de Acción de Gracias.